Debido a que no dependen de largos tramos de conductos (que a menudo pueden tener fugas) para suministrar aire, los sistemas sin conductos son más eficientes en general. De hecho, se estima que la pérdida de energía de distribución en los sistemas típicos de aire forzado es de hasta el 40%, mientras que las estimaciones de pérdida de energía en los sistemas sin conductos varían del 1% al 5%.
Mientras que los sistemas típicos generalmente tienen un límite de 18 SEER, los sistemas sin ductos, la mayoría de los cuales están calificados por ENERGY STAR®, los sistemas sin ductos GREE pueden alcanzar hasta 38.5 SEER, lo que reduce en gran medida las facturas de servicios públicos. Además, debido a que los ambientes interiores se pueden administrar por zona individual, se desperdicia menos energía al enfriar las áreas desocupadas.
Gracias a su eficiencia operativa y capacidades de zonificación, las mini divisiones sin ductos desperdician menos energía en general y, por lo tanto, tienen una menor huella de carbono. Además, todos nuestros sistemas GREE nuevos utilizan refrigerante ecológico R410A, que no impacta la capa de ozono y es mejor que el antiguo refrigerante R22.
